Hola nuevamente. No sé si recordareis que hace tiempo escribí un post en el que hablaba sobre los teclados, hoy toca otro periférico: El ratón y, más concretamente, los posibles usos que se le pueden dar a los ratones ópticos.
Antes de llegar a esto vamos a hacer un poco de repaso de los distintos tipos de ratones que hemos podido ver a lo largo de los años. Pero dentro del ámplio mundo de los ratones, me voy a centrar en su clasificación según mecanismo de funcionamiento:
–Ratones mecánicos: son los clásicos, los de la bola pesada de goma que se llenaba de pelusas pasado un tiempo. Esa bola hacía girar dos rodillos que, a su vez, hacían girar unos discos llenos de pequeños boquetes a través de los cuales pasaba luz de unos leds y unos sensores la recogían para calcular la posición.
–Ratones de tipo trackball: Son prácticamente iguales que los mecánicos pero con la diferencia de que la bola está arriba. La gracia de este tipo de periféricos consiste en que requieren mucho menos espacio, para mover el ratón utilizas el dedo gordo de la mano y dejas el resto de la mesa tranquila 😛 . A pesar de que a mucha gente les podrían resultar incómodos, han sido bastante importantes en la informatización de la navegación marítima.
–Ratones ópticos: Son los que se están imponiendo en el mercado de un tiempo a esta parte. Un led ilumina la superficie sobre la que se mueve el ratón y una pequeña cámara (ojo a esto) o sensor detecta el movimiento. Este sensor irá fotografiando repetidamente la superficie sobre la que desplazamos el periférico y, calculando la diferencia entre una foto y otra, moverá la flechita por la pantalla. Es importante tener en cuenta que, como todos hemos podido comprobar, la fiabilidad de estos ratones disminuye cuando intentamos moverlos sobre un espejo, un cristal o cualquier superficie bien pulida.
–Ratones laser: Prácticamente igual que el óptico pero cambiando el led por un láser haciéndolo así mucho más precisos (y un poco más caros). Están pensados para personas que trabajen con el diseño de imágenes y para jugadores.
Una vez visto los tipos de ratones que hay, vuelvo a centrarme en los ratones ópticos, como os habréis fijado, he hecho hincapié en el detalle de la cámara… Sí, es una cámara de muy baja resolución y con un objetivo muy pequeño pero eso no resta importancia. Ya han habido varias personas a lo largo de este pequeño mundo que se han preocupado por este detalle y lo han aprovechado para, en el primer caso que me he encontrado, hacer un escaner.
El joven que ha hecho esto es un universitario neozelandés que comenta su trabajo y comparte el código del software para los curiosos 🙂 (enlace en la carita sonriente).
Por otro lado hay quien no ha llegado a tanto pero sí ha usado el ratón como sensor de movimiento, a modo de mecanismo de seguridad. Eso sí, hacen falta unos cuantos metros de cable.
La información sobre este proyecto, también libre, podéis verla aquí 😛 (en la carita sonriente también).
Ahora bien, sabiendo el potencial que se le puede sacar a este periférico tan habitual os pregunto…
¿Qué haríais vosotros con una cámara dentro del ratón?
Ahí lo dejo 😉