Julián Hernández Ranz, licenciado en Humanidades y dedicado a partes iguales a la tecnología y la gestión de clientes.
Brillante en sus exposiciones online, promotor de negocios digitales y, por encima de todo, un competidor extremo que hasta ahora ha centrado su energía en el pádel.
Me llamo Julián Hernández Ranz, soy natural de Mérida y licenciado en Humanidades por la Universidad de Extremadura. Orienté y completé mis estudios académicos con una formación en RRHH y en finanzas. En la actualidad y desde hace ya cinco años trabajo para una entidad bancaria.
Por otro lado, hace un par de años emprendí un proyecto paralelo que nada tiene que ver con mi profesión laboral. Creé un blog personal (http://avioncito24.com/) donde contaba historias, algunas muy malas y otras aun peores, sorprendentemente hubo gente a la que le gustó. Cuando empecé con aquello mi relación con el mundo de la tecnología era nulo pero con ayuda de gente cercana (siendo terriblemente insistente y pesado) conseguí más menos dominar el blog.
Los comienzos fueron duros pero ilusionantes, alojé el blog en Blogspot y me resultaba extraño el poco flujo de visitas que tenía cosa que me hizo plantearme dejar aquello. Pero no lo hice, continué, incrementé mis post hasta regularizar mis publicaciones a una diaria cosa que provocó un pequeño incrementó en las visitas. El empujón definitivo fue cuando comencé a apoyarme en las redes sociales y entonces todo cambió. Las visitas fueron incrementándose poco a poco, un día me leían diez personas y a la semana siguiente eran cincuenta y así hasta las hasta más de trescientas, había días que superaban las cuatrocientas visitas diarias. Todo dependía de quien compartiese la publicación aquel día o que la persona adecuada le diera a “me gusta” en Facebook. De hecho pensaba que el contador se había estropeado.
El incremento de la difusión y el número de visitas sin duda alimentaba mis ganas de seguir escribiendo y escribiendo, además (esto va a sonar chovinista) se daba el hecho de que mucha gente me comentaba lo que le había gustado aquel post y lo que se había reído con ese otro. El reconocimiento en algo en el que has puesto tanto esfuerzo nutría mi empeño en que esto fuera más. De ahí que pasase a alojar el blog a WordPress (compré hasta el dominio) que ciertamente ofrecía más herramientas y posibilidades que el anterior, también entiendo su funcionamiento como algo más complicado. Casi dos años estuve publicando un post diario hasta que poco a poco lo fui dejando. Llegó un momento en el que lo que escribía no me gustaba ni a mí y aun así seguía publicando, así que lo dejé.
Hace unos meses, y viendo que había renovado automáticamente el dominio, decidí quitarle las telarañas, soplar el polvo y darle un nuevo aire al blog. Corregí mucho de los post, cosas que no me gustaban, muchos los borré directamente y de muy de vez en cuando hacía alguna publicación nueva. En actualidad estoy desarrollando un nuevo proyecto, esta vez con colaboradores y así que el trabajo sea más llevadero porque ciertamente esto engancha y agota a partes iguales y más cuando lo compaginas con una carrera laboral ajena a este mundo. Por cierto ya que estamos ánimo a quien quiera a colaborar, aquí podréis ver las bases: http://deporteyensayo.com
Por último, para despedirme, me gustaría dar un consejo a quienes tengáis el gusanillo de hacer un blog, podéis tomarlo o no, yo soy más de pasar de los consejos pero ahí lo dejo. Digamos que el blog es el canal donde exponer lo que tengáis en mente y las redes sociales el difusor de ese canal, el apoyo en ellas es fundamental para el divulgar vuestro mensaje, pero por encima de todo, lo realmente importante es el mensaje, lo demás son meras herramientas. Ahí es donde te tienes que bregar.
Julián Hernández Ranz“Sin un buen mensaje lo demás no importa”