Desnudando a…

…DAVIDJGURÚ

@davidjguru

David Rodríguez, @davidjguru, ingeniero técnico en informática de sistemas y experto en aplicaciones para Internet y servicios por el departamento de LSI de la Universidad de Sevilla.

Comenzó como programador y tras  trabajar como analista funcional más tarde, lideró proyectos como jefe de equipo y responsable de los mismos.

 Durante dos años ha formado parte del departamento de marketing online de Emergya, consultora TIC andaluza orientada a soluciones de software libre.

Actualmente lidera la línea de estrategia digital en el equipo OpenMelva, una agencia de profesionales del sector TIC que desarrolla proyectos de base tecnológica con una gran componente de conceptualización digital y diseño.

Su bandera: encontrar soluciones para todo aquello que ocurra en el espacio de internet, aportando creatividad, motivación y confianza.

 

Davidjguru nos explica:

Desde pequeño, no he sabido hacer otra mejor que convivir en grupo. Tal vez sea mi formación como scout, pero siempre tiendo a conseguir equipo donde solo hay un conjunto de personas. Esto es esencial a la hora de entender mi visión sobre este negocio desde el principio hasta el final.

 

Yo tuve cierta suerte. Tras formarme como experto en desarrollo de aplicaciones para Internet y servicios web con el departamento de lenguajes y sistemas informáticos de la Universidad de Sevilla, entré a formar parte de una consultora tecnológica basada en el software libre.

 

Aquella experiencia me ha marcado y determinado en cuanto a los aspectos fundamentales de mi labor profesional. Durante varios años disfruté de vivir entre expertos bajo esa cultura del conocimiento: listas de correo, metodologías ágiles, tecnología, colaboración, licencias libres, etc. De todo aquello guardo una metafórica cesta de valores puros, de aspiraciones honestas, una visión libre sobre el enfoque laboral en torno al sector tecnológico y una camada de compañeros a los que considero verdaderos hermanos.

 

Pero también las experiencias asumidas de todo lo que hay que mejorar en este sector y sus condiciones laborales y personales. Como Allen Ginsberg en «El Aullido» yo también podría decir aquello de «he visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura». En esa metafórica cesta también van guardados muchos y muy ricos contraejemplos de lo que evitar a toda costa. Las experiencias no podrían medirse bien si comprender e interpretar lo positivo y lo negativo. Así es el camino, así la lucha diaria.

 

Desde entonces, sigo perfeccionando mi visión personal de lo que debe ser, qué construir, cómo construirlo, junto a quién avanzar. Me interesan los locos, adoro a los niños perdidos, aquellos que tienen la cantidad necesaria de carácter y autenticidad, los que en una empresa de corte tradicional, simplemente no se avienen a adaptarse a grupos mediocres. Expertos tecnológicos, creativos, verdaderos artistas que no quieren marchitarse lentamente, día tras día en culturas organizativas terriblemente castrantes. Creo que para mi la clave está ahí. Tomando prestada una expresión a una jefa muy inepta que tuve una vez, aquellos con un «ego intelectual» suficiente como para identificar la vulgaridad y ser capaces de ir más allá. Ésas son las personas que me interesan. Con ellas compongo la tripulación del barco pirata, ofreciendo un espacio propio, sin vulnerar a nadie por razones económicas, de aspecto o cualquiera que sea. 

Yo no creo que las personas trabajen solo por dinero. Trabajan solo por dinero cuando no hay nada más valioso que ofrecerles.

 

Y ahí reside nuestro sentido de la aventura. Me interesan las culturas colaborativas, las estructuras horizontales donde el liderazgo se basa en el conocimiento más que en el estatus, el poder lo genera la experiencia y las responsabilidades viene marcadas por tareas en lugar de hacerlo mediante siglas. Empresas abiertas donde los aspectos transaccionales internos estén bien definidos y resulten herramientas útiles para desarrollar la visión y la misión del equipo. Espacios donde tengan cabida el ego, el carácter, la autenticidad, incluso los déficits personales. Una cultura propia de tripulación pirata con la suficiente capacidad como para avanzar en la misma dirección.

 

En esa compleja dialéctica entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que intenta nacer y lo que no se termina de morir, vamos definiendo donde queremos estar. Entre la marina y el barco pirata, más cerca de los piratas. Entre el elefante y el ratón, más cerca del ratón.

 

Siempre he soñado con la montaña. Camino atado a la visión de esos equipos compactos, consistentes e integrados, que buscan un fin común comprendiendo las ventajas parciales que tendrá para cada uno, con unas necesidades explícitas, unas altas afinidades personales y una comunicación ejemplar. Todos a una, sin una grieta de duda. Ese es mi modelo. Ya he aprendido que no se alcanzan cumbres importantes sin caminar junto a un buen equipo. Y es sobre lo que vamos trabajando. Eliminar las votaciones y poner el consenso como pilar de las decisiones. Ese es el sueño. Y no estamos tan lejos. No estamos tan locos.

 

En ello estamos. Disfruto ahora de una de las etapas más fértiles de mi vida. Me siento realmente libre por primera vez en mucho tiempo y realmente capaz. Es una fase mucho más creativa pero a la vez, mejor enfocada. Estoy rodeado de verdaderos locos geniales que saben lo que necesitan y son capaces de construir ideas, productos, servicios y aventuras verdaderamente revolucionarias.

 

Actualmente nos estamos especializando en varias zonas de interés: el desarrollo web, las aplicaciones móviles, y la zona creativa orientada a consultoría de naming y branding como forma de ayudar a volar a otros proyectos que se encuentran en su fase inicial. Además trazamos ideas de I+D y lanzamos al aire proyectos chiflados.

 Así avanzamos. Nos servimos del conocimiento en el estado del arte de la tecnología, pero nos movemos en el espacio delimitado por el arte y la cultura, la tecnología y el software.

 

davidjguru